Ambas compañías están desarrollando una API que integrará sus sistemas operativos para 'trackear' contactos con infectados. Ahora publican una demostración de funcionamiento.

Apple y Google, esa extraña pareja de baile formada a raíz del covid-19, ya están empezando a probar su sistema para avisarnos a través del teléfono móvil cuando entremos en contacto con alguien que haya dado positivo de coronavirus y, por tanto, estemos expuestos al contagio. Ambas compañías ya han empezado a distribuir, una primera versión de su API a varios desarrolladores, que serán los encargados de probarla los próximos días e ir solventando los errores propios de una solución 'exprés' como esta. Y es que el proyecto fue anunciado a mediados de abril y se espera que se lance masivamente a mediados de mayo. ¿Qué es lo que proponen las dos multinacionales? Pues básicamente hacer trazabilidad de los contactos y los posibles contagios a través del bluetooth del móvil y no de la geolocalización, que presenta más problemas en interior, así como de privacidad. Lo que proponen es que cuando compartamos espacio durante un tiempo con una o más personas predeterminado se active el sistema que nos permitiría saber si alguien ha sido infectado. Este lunes han dado un nuevo paso y ambas compañías han hecho una demostración de cómo serán las notificaciones que recibirás en tu móvil si has estado expuesto y han dado otros detalles sobre su funcionamiento.

Durante ese 'encuentro' los 'smartphones' habrían intercambiado dicha clave, una especie de ID anonimizado (con varias medidas para impedir descubrir a quien pertenece) y que va cambiando periódicamente. Concretamente, cada 14 días, de manera que se cubriría la mayoría de las ventanas de incubación. Si alguien reporta a través de una 'app' que ha dado positivo, se enviaría una alerta a todas las personas que han estado en contacto, localizándolas a través de esa matricula que sus terminales cambiaron en el metro, en el supermercado, la oficina o donde coincidiesen. Ese 'match' (y el cálculo del tiempo que han pasado juntos) se hará localmente en el teléfono, mediante 'bluetooth low energy' y la información no se compartirá con terceras empresas, solo con las autoridades sanitarias.

En la información facilitada por ambas compañías se han detallado más detalles, así como múltiples imágenes de ejemplo. Entre las condiciones para usar esta API es que las aplicaciones deben ser creadas "por o para una autoridad de salud pública del gobierno" y su fin solo se puede circunscribir a la respuesta del covid-19. Cuando alguien reporte un positivo, deberá incluir un código de test único, así como una fecha para evitar reportar falsos positivos.

Entre otras también han puesto el acento en varios aspectos de la privacidad, ya que algunos de ellos habían generado bastante polémica, especulaciones y debate desde que surgió el proyecto. Desde este 'consorcio' se ha dejado claro que cualquier desarrollo sobre esta API requiere que los usuarios den su consentimiento antes de utilizar las "notificaciones de exposición" y tendrán opciones para activarlo y desactivarlo desde 'Configuración'.

Detallan que estas aplicaciones solo deben recopilar "la cantidad mínima de datos necesaria y solo pueden usar estos datos con este fin" y que no están permitidos otros usos como "publicidad dirigida". En los 'términos de uso' también se prohíbe recoger datos de geolocalización. Otra de las cosas que han querido dejar claro es que, por el momento, han optado por ofrecer una aplicación por país a nivel nacional, para fomentar el uso y "la alta adopción por parte de los usuarios". Sin embargo, han dejado claro que si algún estado opta por enfoque regional (algo que perfectamente podría suceder en España), ambas empresas también aseguran estar preparadas para dar soporte a estas apuestas.